En ocasiones no se tiene tan claro qué hacer en caso de avería o accidente, pues los nervios pueden traicionar. Lo primero de todo sería garantizar nuestra seguridad y la de nuestros acompañantes. No obstante, hay una serie de cosas más a tener en cuenta.
Qué debo hacer en caso de avería
Como ya adelantábamos, lo principal es garantizar la seguridad, para ello, lo primero que hay que hacer es colocar la señalización pertinente. Por otra parte, y quizás un paso previo a todo sea mantener la calma. No podemos dejar que los nervios nos lleven a cometer imprudencias.
Pero vayamos por partes, si el vehículo ha sufrido una avería, deberías detenerlo en una zona segura. Esto implica que, a ser posible, ha de estar fuera de la calzada, lo más indicado es el arcén. A continuación, hemos de activar las luces de emergencia, y el resto de luces, sobre todo si hay poca luz.
Una vez hecho esto, y asegurándonos que podemos salir del vehículo sin correr peligro, colocaremos los triángulos de emergencia obligatorios. Aquí hay que tener en cuenta que, en las vías de doble sentido, es imprescindible colocar los triángulos delante y detrás del vehículo, según la marcha. En caso de una vía de un solo sentido, bastará con colocarlo en la parte de atrás del vehículo. Hay que añadir que es importante ponernos el chaleco reflectante para garantizar nuestra seguridad.
En relación con los triángulos de señalización en caso de avería, hay que asegurarse de colocarlos a cincuenta metros del vehículo. Esta distancia es la prudencial para poder asegurarnos de no provocar accidentes.
Y hablando de accidente, si lo que ocurre en vez de una avería, es que nos vemos envueltos en un accidente, ¿qué debemos hacer?.
Qué hacer en caso de accidente
Si lo que ocurre es que durante la conducción nos encontramos con una situación de accidente, lo primero es activar las luces de emergencia. Con esto estaremos alertando al resto de vehículos que nos precede de que algo no va bien.
Lo siguiente que debemos hacer es parar el vehículo a un lado de la calzada. Una vez aparcado el vehículo, debemos colocar los triángulos de señalización en la calzada para avisar al resto de automovilistas. Por supuesto, antes de eso, nos colocaremos el chaleco reflectante.
Una vez asegurada la zona, lo más prudente es llamar al número de emergencias, el 112 e informar del accidente. Para ello, antes hay que evaluar la situación, para poder aportar el mayor número de datos posible.
Después de esto, debemos cumplir con nuestra obligación de prestar socorro. Eso sí, sin proceder de manera irresponsable, y sin mover en lo posible a las víctimas. Estaremos a su lado hasta que lleguen los servicios de emergencia.
Una vez estos hayan llegado, nuestra obligación es continuar la marcha para evitar obstaculizar los servicios de auxilio. Con ello, estaremos contribuyendo también a despejar la zona del accidente.
Si sigues estos pasos en caso de avería o accidente, tendrás todo bajo control, y podrás proseguir con tu viaje de forma segura.
